PARASHAT "NASÓ"

La bendición sacerdotal

En 1979, el arqueólogo israelí Gabriel Barkay, de la universidad de Bar Ilán, realizó una excavación en las cuevas de Ketef Hinom, al suroeste de Jerusalem, en donde encontró dos pequeños rollos de plata con la inscripción del nombre de Dios (Tetragrama). Veinticinco años más tarde, investigadores de la universidad del Sur de California, confirmaron la datación de los pequeños amuletos para finales del siglo VI aEC y descifraron su contenido: el texto de Birkat Cohanim, la bendición sacerdotal que aparece en Parashat Nasó (Núm. 6:24-26).

El hallazgo en cuestión constituye el texto bíblico más antiguo con que contamos (4 siglos anterior a los rollos del Mar Muerto), y es a la vez uno de los pasajes de la Torá más conocidos y más usados. El propio Barkay comentó que, cuando era un niño, su abuelo le recitaba esas mismas palabras al regresar de la sinagoga.

Como lo demuestran los amuletos hallados, la bendición sacerdotal con la cual los Cohanim bendecían al pueblo de Israel (hay toda una discusión sobre si eran los sacerdotes quienes bendecían o mas bien pedían la bendición de Dios) se utilizó desde siempre como la bendición por antonomasia. Incluida en la bendición de los padres a los hijos, es también hoy utilizada en sinagogas por los rabinos para bendecir a sus feligreses, a los novios bajo la Jupá, a los jóvenes B’nei Mitzvá e incluso a los bebés después del Brit Milá.

Y es que las palabras de Birkat Cohanim encierran una fuerza que trasciende su propio contenido.

IEVAREJEJA ADONAI VEISHMEREJA
IAER ADONAI PANAV ELEJA VEIJUNEKA
ISA ADONAI PAVAV ELEJA VEIASEM LEJA SHALOM
Que te bendiga Adonai y te proteja.
Que haga brillar Adonai Su rostro sobre ti y te muestre Su gracia.
Que te descubra Adonai Su rostro y te conceda la paz.

Si nos concentramos en el texto hebreo de la bendición vamos a encontrar características fascinantes. Birkat Cohanim consta de tres frases, compuesta cada una de dos verbos y en el medio el nombre de Dios.

La bendición va in crescendo. La primera frase tiene 3 palabras, la segunda 5 y la tercera 7. En su comentario a la Torá, el filósofo Bajia ibn Pakuda (autor del “Jovot Halevavot – Deberes del corazón”, España, primera mitad del siglo XI) afirma que la bendición sacerdotal es la base de todas las bendiciones, ya que las 3 palabras de la primera frase se corresponden con los 3 patriarcas, las 5 palabras de la segunda con los 5 libros de la Torá, y las 7 palabras de la última frase con los 7 cielos (de acuerdo al Talmud, hay 7 cielos que constituyen el mundo superior).

Siguiendo con la idea del “crescendo”, la primera frase de Birkat Cohanim tiene 15 letras, la segunda 20 y la tercera 25. El profesor Casutto, comentando esta entrada en la Enciclopedia Mikrait, sostiene que la sumatoria de las letras, 60, se condice con la base del sistema sexagesimal que se utilizaba en la antigua Babilonia. En ese mundo, el 60 representaba integridad, la perfección.

El Midrash (Shir Hashirim Rabá 3:6) asocia las 60 letras de la bendición con los 60 valientes que rodean la cama de Salomón (versículo ídem), y afirma que la bendición sacerdotal protege a Israel de toda clase de infortunios.

Tal como lo afirma el Midrash y lo demuestra el hallazgo de los amuletos, Birkat Cohanim tuvo una dimensión mágica, en donde la correcta enunciación de la fórmula que incluía el Shem Hameforash – el nombre revelado de Dios – era mucho más poderosa que su significado.

Buscando alejarse de esta visión supersticiosa, hay quienes prefirieron hacer hincapié en la interpretación del contenido de la bendición. Uno de los más destacados es el rabino Shimshon Rafael Hirsch, padre de la ortodoxia moderna (Alemania, siglo XIX), quien en su comentario a la Torá (“The Hirsch Chumash”) explica que la primera frase bendice a Israel con prosperidad en sus emprendimientos en el campo físico y material. La segunda frase habla del aspecto espiritual: que Dios nos conceda la habilidad de percatarnos de Su presencia. La tercera frase combina ambos, lo material y lo espiritual. Su significado es percibir la cercanía de Dios.

A lo largo de los siglos, Birkat Cohanim ha sido pronunciada para bendecir a Israel. Su sentido profundo continúa siendo vigente: ser capaces de hacer visible a Dios en nuestras vidas. Las palabras mantienen su poder. No ya por su fuerza mágica, sino por el amor expresado en esa misma bendición cuando fluye de boca de padres, abuelos y maestros.

Shabat Shalom,

Gustavo

 

PARASHAT NASÓ

Bemidvar – Números 4:21 – 7:89

Por la Rabina Daniela Szuster

Congregación Bnei Israel de Costa Rica

 

En la parashá de esta semana se describen dos situaciones muy específicas con sus respectivas leyes: la mujer Sotá y el Nazir.

El primer caso, la mujer Sotá, se refiere a la situación particular en que un hombre sospechaba que su esposa le era infiel y, para comprobar si la sospecha era fehaciente o no, la mujer debía pasar por una prueba, tomándose unas aguas amargas y con ello se sabía la verdad. Un especie de detector de mentiras. Por supuesto, situación bastante injusta dado que sólo se practicaba cuando el hombre sospechaba y no cuando la mujer sospechaba de su esposo. Además, una situación muy humillante y vergonzosa. Afortunadamente este ritual se abolió en la tradición judía hace muchos años.

El segundo caso, el Nazir, se trata de alguien, hombre o mujer, que decidía consagrarse a D”s por medio de un voto, por un tiempo determinado. En ese lapso de tiempo debía abstenerse de tomar vino, cortarse el pelo y acercarse a un muerto. La palabra misma Nazir, significa apartarse, separarse de la comunidad. Se alejaba por un tiempo con la intención de evitar y buscar la manera de controlar sus impulsos.

Nazir y Sotá aparentan ser dos temas que no tienen conexión entre sí. Los sabios del Talmud se preguntaron cuál podría ser la relación entre ambas situaciones y contestaron: “todo aquél que ve a una mujer Sotá “arruinada”, tomando las aguas amargas, se alejará de tomar vino” (Talmud Babli, Tratado Sotá 2a). Lo que se desprende de esta cita es que tomar vino, muchas veces, es el causante del desenfreno. Suponen que el tomar vino llevó a la mujer a dicha situación y por eso la persona que la ve, encuentra la necesidad de dejar de tomar vino y reflexionar sobre los malos impulsos y su vida.

A mí entender, más que pensar en la pobre mujer, objeto de sospecha, quien era humillada delante de mucha gente y en la mayoría de los casos, inocente; pensaría en ese hombre lleno de celos y desconfianza, que en vez de dialogar francamente con su esposa, no podía más que llevarla a practicar un ritual sumamente degradante, sin tener pruebas ni evidencias.

Si pensamos en un caso en que la mujer fuera inocente, cómo se hubiera sentido ésta al volver a la casa. Cómo mirar a la cara a alguien que pudo sospechar, y enfermo de celos, denigrarla públicamente. Quizás más bien, al ver un hombre con esta actitud, es que a uno le daría la iniciativa, como el Nazir, de tomarse un tiempo para pensar, dedicarse a D”s y evitar los impulsos y obsesiones que tanto nos enferman y que dañan a nuestro prójimo.

Es llamativo que dentro del ritual descrito por la Torá, el Cohen tenía que escribir en un pergamino el nombre de D”s y ponerlo en las aguas amargas, las que borraban el nombre divino (Bemidvar 5:23). Quizás este proceder nos enseña que cuando una persona es tan envidiosa y celosa, a quien las emociones lo llevan a perder el control y no puede confiar en el ser humano que tiene al lado, inevitablemente se borra el nombre de D”s.  Cuando se humilla y denigra a alguien, no puede estar presente el nombre divino. Sólo cuando se trata al prójimo como ser humano: con respeto y dignidad, es que  el nombre de D”s permanecerá eternamente.

Quiera D”s que, como lo hacía el Nazir, podamos tomarnos un tiempo, alejarnos, para reflexionar acerca de nuestras actitudes y dedicarnos a desarrollar nuestra espiritualidad;  más que vivir obsesionados por celos y sospechas que no conducen a nada fructífero, más que denigrar al ser humano y borrar el nombre divino, como era  el caso de los maridos que sospechaban de sus esposas.

¡Shabat Shalom!


 

Mitzvot NASÓ

362. Enviar fuera del campamento a la persona impura, hasta su purificación
363. Que la persona impura no ingrese al Mikdash
364. Confesión por el pecado
365. Sotá - cuando la mujer es sospechosa de infidelidad conyugal se la hace pasar por esta prueba
366. No derramar aceite en el korbán ofrendado por la sotá
367. No poner incienso en el korbán ofrendado por la sotá
368. No beberá vino ni ningún licor el nazir
369. El nazir no comerá uvas frescas
370. El nazir no comerá uvas pasas
371. El nazir no comerá nada de las uvas, ni siquiera las semillas
372. El nazir no comerá nada de las uvas, ni siquiera la cáscara
373. El nazir no cortará su cabello
374. El nazir dejará crecer su cabello
375. No ingresará el nazir en la morada que cobija a un difunto
376. No se impurificará el nazir con cadáveres ni otros objetos que trasmiten impureza
377. Cuando el nazir traiga sus korbanot deberá raparse por completo
378. Que los cohanim bendigan a diario
379. Llevar el Arón HaBerit cargado sobre los hombros


 

Parashá del Sefer Torá

Lee aquí la porción de la parasha Nasó del Sefer Torá ó lee en el siguiente enlace igualmente la porcion de la parasha Tzaría-Metzorá en la fuente dehttp://www.tora.org.ar

 


Viaja a Israel desde Madrid por El-AL