PARASHAT "SHOFTIM"

SHOFTIM
Devarim – Deuteronomio 16:18-21:9

Por el Rabino Mario Gurevich,
Sinagoga Beth Israel, Aruba

En las lecturas anteriores del libro D’varim, hemos recolectado una enorme cantidad de preceptos que regulan y enriquecen la vida individual.

La Parashat Shoftim (Jueces), en cambio, nos provee de preceptos para el buen funcionamiento de la sociedad. Para ello, lo primero es tener leyes justas y adecuadas a las necesidades de una comunidad, y eso fue el rol histórico de la Torá.

Pero las leyes no tienen ninguna utilidad si no se cumplen.

Así, el primer desafío del pueblo de Israel fue internalizar la necesidad de cumplir con ellas.

El camino ideal, por supuesto, es la formación moral del hombre, educándolo en la fe y el amor a su Creador, lo que está consignado en el siguiente y en muchos otros preceptos:

Y amarás al Eterno tu Dios y guardarás Su observancia, Sus leyes y preceptos todos los días.
Enseñarles a vivir con sus compañeros:

Y amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Y preocuparse por la formación y la educación de las nuevas generaciones:

Y las enseñaréis (las leyes) a vuestros hijos para hablar de ellas al estar en tu casa y cuando andes en el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.
Si este camino de la conciencia y la educación no resulta, y sabemos que con frecuencia eso sucede, las consecuencias son la aparición de delincuentes y malhechores, de la que ninguna sociedad está exenta. En ese momento, se da la necesidad de imponer el cumplimiento de la ley, mediante mecanismos que la hagan imperativa.

En primer lugar, policía, cuyo deber es evitar las infracciones, mantener el orden y aislar los elementos peligrosos para la sociedad, hasta que su culpa o inocencia sea demostrada; y adicionalmente jueces, un sistema judicial, cuya tarea principal es establecer la culpa o inocencia de un sospechoso y sancionarlo de acuerdo a la ley, o arbitrar entre diferentes partes con base en esa misma ley.

De la rectitud y honradez de ellos depende la buena marcha de la sociedad y la seguridad personal de cada ciudadano. Por ello, la parashá de hoy comienza con las siguientes palabras:

Jueces y policías tendrás en todas tus ciudades que el Eterno tu Dios dio a ti y a tus tribus, y juzgarán al pueblo con toda justicia. No tuerzas el juicio, no conozcas rostros y no tomes soborno, porque el soborno ciega los ojos de los sabios y tuerce las palabras de los justos. Justicia, justicia perseguirás, para que vivas y heredes la tierra que el Eterno tu Dios, dio a ti.
La palabra “justicia” está repetida y reiterada, queriéndonos indicar que debemos perseguir justicia con justicia. Justicia a través de la justicia, esto es, con medios válidos y legítimos.

Lecciones absolutamente intemporales que trascienden el tiempo y la geografía y que pueden ser consideradas, sin duda, como patrimonio moral de toda la humanidad.

Shabat Shalom,

Rabino Mario Gurevich

 

Este comentario de la Parashá es realizado por la Unión Judía de Congregaciones de Latinoamérica y el Caribe y puede ser reproducido citando su origen.
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Reflexiones sobre la parashá

 

PONDRÁS SOBRE TI UN REY

Por Nejama Leibowitz

Nuestra parashá que se titula - al igual que todas las otras - con la palabra con la cual comienza:"Shoftim" (=Jueces), se refiere en su mayor parte a todo lo atinente a los Jueces y a la Justicia. Comienza con el mandamiento de designar jueces en todo lugar (16, 18-20) y con todos aquellos preceptos relacionados con la actuación de dichos jueces.

En otro lugar nos refiere sobre el Tribunal Supremo que tiene su asiento en el "lugar que escogiere el Señor, tu Dios" (17, 8-13) y pasa luego a referir sobre la designación del Rey: Cuando hubieres llegado a la tierra que el Señor, tu Dios, te da, y la tuvieres en posesión, y habitares en ella, y dijeres: "Yo quiero poner sobre mí un rey, como todas las naciones que están en mis alrededores", 17, 14 habrás dé poner, sobre ti por rey a aquel que escogiere el Señor, tu Dios; a uno de en medio de tus hermanos pondrás por rey sobre ti; no podrás poner sobre ti a hombre de tierra extraña, que no fuere hermano tuyo. 17, 15 La orden de designar rey, considerada por nuestros Sabios como mandamiento positivo, no comienza con las palabras: "cuando hubieres llegado a la tierra que el Señor, tu Dios, te da, y la tuvieres en posesión, y habitares en ella", entonces, "habrás de poner sobre ti un rey". Sino, que entre la fecha de ejecución del mandamiento: cuando "la tuvieres en posesión, y habitares en ella -después de haberla conquistada y repartida - y entre el término del mandamiento mismo: "habrás de poner sobre ti un rey", nos introduce una condición singular: "y dijeres: "Yo quiero poner sobre mí un rey, como todas las naciones que están en mis alrededores".

Los comentaristas expresaron asimismo su extrañeza respecto a esa condición. Con mucha razón pregunta Rambán : ¿Por qué razón tuvo que agregar la Torá "como todas las naciones que están en mis alrededores", acaso son dignas aquellas, para que el pueblo judío aprenda de ellas y deje de combatir a los que cometen injusticias? Puesto que es un mandamiento positivo ¿por qué no nos dice el versículo, lisa y llanamente: cuando hubieres llegado a la tierra, pondrás sobre ti un rey ? ... Los Sabios del Talmud, y luego los exegetas de la Torá expresaron su extrañeza y se preguntaron: A prima facie nuestra parashá aparece en evidente contradicción con lo ocurrido y narrado extensamente en la época del profeta Shemuel, acerca de la gran ira que se apoderó de él cuando se cumplió lo previsto en estos versículos y los judíos se presentaron a requerirle un rey, precisamente con las mismas palabras de nuestros versículos: "pon sobre nosotros un rey, que nos gobierne como es usanza de todas las naciones" (Shemuel 1, 8, 5).
Esta pregunta fue formulada del siguiente modo en Tosefta Sanhedrín 4, 3: Rabí Yehudá dice: Tres preceptos fueron ordenados a los judíos a que los cumpliesen a su llegada al país: designar un rey, construir el Templo y exterminar a la descendencia de Amalek. Siendo así, ¿porqué fueron castigados en la época de Shemuel? Parashat Shoftim http://www.jafi.org.il/education/spanish/leibowitz/dvarim/shoftim.html  (1 de 4)26/02/2008 08:07:41 a.m. Languages Parashat Shoftim
En forma parecida pregunta Rambam en "Hiljot MeIajim" (Reglas de Reyes) 1, 2: Puesto que la designación del rey es una obligación, ¿por qué Dios no lo quiso cuando solicitaron un rey a Shemuel? En la Tosefta citada se dan tres respuestas a nuestra pregunta: ... ¿por qué fueron castigados en la época de Shemuel? Porque se anticiparon con su pedido.

Rabí Nehoraí dice: Esta sección fue enunciada sólo en anticipación a sus futuras murmuraciones, pues está escrito: "Y dijeres: Yo quiero poner sobre mí un rey". (Este pasaje también figura en el tratado Sanhedrin 20b, comentando Rashí allí: Puesto que estaba previsto que murmurarían y dirían: "Para que seamos nosotros también como todas las demás naciones").
Rabí Elazar hijo de Rabí Yosí dice: Los sabios solicitaron correctamente, así leemos: "Pon sobre nosotros un Rey, que nos gobierne" (Shemuel 1, 8, 5). Pero la gentuza volvió a insistir, desprestigiando el pedido, ya que dijeron: "para que seamos nosotros también como todas las demás naciones". Resulta pues, que de acuerdo a la primera respuesta, el requerimiento en sí no fue objetable, sólo que fue formulado fuera de tiempo. Si lo hubiesen presentado en otra época, después de la muerte del profeta Shemuel, en una época falta de profetas que indiquen la senda a seguir, no significaría tal requerimiento sino el fiel cumplimiento de un precepto de la Torá, y tal acción sería loable.
Pero, esta respuesta no es tal, si recordamos nuestra pregunta inicial, referente al estilo del versículo, que hace depender el cumplimiento de un mandamiento de la pretensión de ser "cómo las demás naciones". Según la tercera opinión,(la de Rabí Elazar hijo de Rabí Yosí) atribuyese la falta cometida a los términos en que fue formulado el requerimiento, por el gentío corrompido. No solicitaron rey con el fin de cumplir el precepto, sino por el deseo de imitar, y por los efectos de su voluntad corrupta de igualarse a las naciones que se encontraban en sus alrededores. En eso consistió su falta.
En el mismo sentido dijo Rabí Nisím, en sus homilías referidas a la Torá: Si habrían requerido simplemente un rey, diciendo: "pon sobre nosotros un rey.. .", no se les habría atribuido por ello pecado alguno, por el contrario lo consideraríamos mérito. Pero, resta aún por preguntar: Si la formulación del requerimiento se ajusta exactamente al texto que figura en la Torá: "yo quiero poner sobre mí un rey, como todas las naciones que están en mis alrededores". ¿cuál es pues el pecado atribuible? Observemos pues la opinión de Rabí Nehoraí: Este capítulo fue enunciado sólo en anticipación a sus futuras murmuraciones.
Esta tesis es explicada extensamente con las palabras de Abravanel en su comentario de la Torá y más aún en su comentario de Shemuel 1, 8. Citaremos parte de sus palabras: Según mi opinión, las escrituras hablan de la época en que el pueblo judío, después que se encuentre en su país, y lo haya conquistado y poblado por la gracia de Dios, se mostrará ingrato al requerir sin necesidad la designación de un rey, no por ser indispensable, sino por querer igualarse a las naciones que se gobiernan por reyes. En otras palabras. fue necio, que en la época de la guerra de la conquista no solicitaron rey. a pesar de ser ello oportuno y necesario. y que por el contrario, después de la conquista y de la repartición del país y después de haberlo http://www.jafi.org.il/education/spanish/leibowitz/dvarim/shoftim.html  (2 de 4)26/02/2008 08:07:41 a.m. poblado con toda seguridad - todo esto con la ayuda de la Providencia, prescindiendo de rey, por innecesario - pidieron recién ahora: "Pon sobre mí un rey" para ser "como todas las naciones que se encuentran en mis alrededores".
Es decir, sin necesidad imprescindible ni ningún otro objeto. En previsión de tal suceso, el Señor, alabado sea, ordenó que no se designe al rey que ellos eligieran, sino "a aquél que escogiere el Señor . . . ". Esa es la verdad y esencia del precepto. Quiero precisar: "Habrás de poner sobre ti por rey, a aquel que escogiere el Señor . . ." no se debe interpretar como una orden al pueblo judío a que exija un rey.
El cumplimiento de este precepto - de acuerdo a nuestra interpretación - no es obligatorio, sino optativo.
Cuando quieras realizar tal deseo (a pesar de ser incorrecto) no lo hagas sino de esta manera ... Este precepto es similar al que aparece en Devarim 21, 10-12: "Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y el Señor, tu Dios, los entregare en tu mano, y llevares de ellos cautivos, y vieres entre los cautivos alguna mujer hermosa, y te enamorares de ella de manera que quisieras tomarla por mujer tuya, entonces la introducirás en tu casa, y ella raerá su cabeza . . ." El precepto no consiste en la obligación de desear ni de tomarla por mujer, sólo lo permite en prevención del instinto del mal. Lo que sí es obligatorio, luego que haya ejercido tal opción, es lo que leemos a continuación: "Y la introducirás en tu casa", del modo como ya lo han explicado nuestros Sabios.

Y también es muy similar a este otro precepto (ibid. 4, 25): "Cuando hubiereis engendrado hijos e hijos de hijos . . . y os corrompieres, e hiciereis escultura . . ." No en ello consiste el precepto, sino que nos relata una obra del instinto del mal. Solamente se puede calificar de mandamiento positivo el final del capitulo (ibid. 30): "Volverás al Señor, tu Dios", al prescribir que nos arrepintamos, lo cual es un acto optativo, es decir, cuando pequéis, volved al Señor y escuchad Su voz.
Resulta entonces, que el asunto del exigir un rey, no es una obligación, sino una opción, obra del instinto del mal, asunto del que se hizo depender el precepto obligatorio de designarlo conforme a la elección del Todopoderoso, alabado sea, de entre sus hermanos y no de otra manera. Y con esto, quedaría aclarada la pregunta, de cómo fue dictado un mandamiento que depende de la declaración del pueblo: "Yo quiero poner sobre mí un rey, como todas las naciones . ..". Puesto que el mandamiento de designar un rey, no es obligatorio a priori, sino que es una autorización concurrente al establecimiento de vallas, para que en el supuesto y lamentable caso, que el pueblo judío no quiera vivir bajo la exclusiva soberanía celestial y no pueda prescindir de un rey humano; como los reprendió el profeta Shemuel: "Y el Señor, vuestro Dios, es vuestro Rey", sino, que ansíen a alguien visible, señor y comandante, dirigente que los encabece, decrete y les dirija sus guerras, "para que seamos nosotros también como todas las demás naciones". Los preceptos que aparecen en nuestra parashá, para tal infausta circunstancia fueron ordenados. A esto se han referido nuestros Sabios al afirmar: "La Torá no ha dictado estos mandamientos sino en prevención del instinto del mal". O como lo ha expresado Rabí Nehoraí: Esta sección fue enunciada sólo en anticipación a sus futuras murmuraciones.

Tomado de: “Reflexiones sobre la Parasha”, Prof. Nejama Leibowitz, publicado por el Departamento de Educación y Cultura Religiosa para la Diáspora de laOrganización Sionista Mundial, Jerusalén, 1986Págs.Págs.. 275-279


Mitzvot

491. Nombrar jueces y alguaciles
492. No plantar una Asherá
493. No erigir monolitos idolátricos
494. No sacrificar un espécimen defectuoso
495. Atender siempre las decisiones del tribunal
496. No apartarse de las decisiones del tribunal
497. Nombrar un rey de Israel
498. No imponer a Israel un rey gentil
499. El rey no poseerá caballos en exceso
500. No asentarse en Mitzraim
501. El rey no poseerá mujeres en exceso
502. El rey no poseerá riquezas en exceso
503. Que el rey escriba para sí un segundo sefer Torá
504. La tribu de Leví no poseerá tierras en Israel
505. No obtendrán los de Leví parte del botín
506. Dar al cohen la espalda, mandíbula y estomago del sacrificio
507. Separar el gran tributo para el cohen
508. Dar al cohen las primeras esquilas
509. Que lo ofrecido en las tres fiestas de la peregrinación sea de valor similar
510. No adivinar o consultar por el porvenir
511. No hacer embrujos
512. No hacer amuletos
513. No consultar al Ov
514. No consultar al Idoní
515. No consultar la nigromancia
516. Atender al profeta verdadero
517. No profetizar en falso
518. No profetizar en nombre de idolatría
519. No temer aniquilar al profeta falso
520. Separar ciudades para refugio del que mata sin intención
521. No ser misericordioso con el asesino y terrorista
522. No violentar los límites ajenos
523. No aceptar el testimonio de un solo testigo
524. Hacer al testigo falso lo que éste pretendía provocar al inocente con sus injurias
525. No temer en la guerra
526. Ungir a un cohen para la guerra
527. Ofrecer paz a las ciudades que serán atacadas
528. No perdonar la vida de los ciudadanos de los "Siete Pueblos"
529. No destruir árboles comestibles
530. Desnucar una becerra en el arroyo cercano, cuando se halle el cadáver de una persona asesinada en medio del campo y no se sepa quien lo asesinó
531. No plantar ni trabajar en ese terreno


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