Queridos amigos de Bet-El,
Ha sido una gran emoción y una inmensa alegría inaugurar este jueves 12 de junio, 16 de Siván, ya de forma oficial, esta nueva sede de Bet-El. Si bien venimos realizando actividades desde el 1º de enero de este año, desde el encendido de la última vela de Januca, el jueves fue un día muy especial para nuestra Kehilá ya que nos presentamos en sociedad, presentamos nuestro Centro Comunitario que representa la realización de un sueño compartido que hace mucho tiempo veníamos acariciando.
Hemos hecho un largo camino para llegar aquí. Camino lleno de momentos dulces, de empuje y de constancia, así como de otros momentos en los que hubo que enfrentar diferentes tipos de adversidades, remar a contracorriente. Y por ello, tener hoy en Madrid la estabilidad que nos ofrece una casa propia para el Judaísmo Masortí nos parece increíble. Permite que cada vez más el colectivo judío de Madrid muestre de forma clara y evidente su pluralidad, muestre las tantas formas de ser judío que nos definen como pueblo y que, al decir de nuestro gran escritor Amos Oz: “La diferencia entre los hombres no es un mal pasajero, es una fuente de bendición: nosotros somos distintos unos de otros, no porque algunos todavía no han visto la luz, sino porque hay en el mundo muchas luces y no una sola”. Defendemos y promovemos esta pluralidad.
El acto de presentación institucional recogió este espíritu de alegría y entusiasmo. Asistieron representantes de diferentes instituciones y asociaciones, pusimos la Mezuzá de la puerta principal, con cantos de Haleluya, para luego ir a la sinagoga en donde abrió la ceremonia nuestro Rab Mario Karpuj. Después se intercalaron temas musicales a cargo de Daniel Shay (en hebreo, idish y ladino) con el discurso del presidente de Bet El así como con la entrega de reconocimientos especiales a nuestro tesorero Rafael Buenavida, al arquitecto Santos Bembunan y a Leonardo Flesler por su dedicación a la realización de la obra pero también en representación de todos aquellos que de una u otra manera posibilitaron que Bet El sea hoy lo que es: un comunidad vibrante con una hermosa sede propia.
Sigamos en este camino.
Am Israel Jai
