Mario Karpuj, rabino de la Comunidad Bet-El de Madrid nos comenta la parashá de la semana Kedoshim. Ser «Santos» según la Torá es menos complicado de lo que parece.
Torá para este momento
Rabina Chaya Rowen Baker
Decana Escuela Rabinica Majón
Schechter
«Los que siembran con lágrimas, cosecharán con alegría»
(Salmos 26:5)
Algo en esta afirmación no comprende del todo la profundidad de
la tristeza. A veces el dolor lo colorea todo y ya no hay alegría en
el resultado. En el tratado del Talmud llamado Taanit, los Sabios
ampliaron y dijeron que se trata de una maduración experimental
del grano, justo antes de que cambiara la estación, después de
que parecía perdido. Es esa pérdida potencial que nos recuerda
que debemos regocijarnos.
El día antes de la declaración de independencia de Israel, el día 4
de Yiar de 5708, Gush Etzion cayó en feroces batallas. La
pérdida fue enorme: numérica, estratégica y simbólicamente, el
Estado de Israel se levantó después de seis meses de combates,
que sólo se fueron intensificando. La alegría de conseguir un
Estado después de dos mil años de espera quedó atrapado entre
miseria y pérdida.
El Día de la Independencia de Israel, de 2024, como fue en 1948,
