Mario Karpuj, rabino de la Comunidad Bet-El de Madrid nos comenta la parashá de la semana. Pésaj este año será distinto, no estaremos todos en las mesas…
Torá para este momento
11 Abril 2024 / 3 Nisan 5784
Rabina Amy Levin
Consultora para congregaciones y su
liderazgo
Por la mañana… todas las mañanas… nos ponemos de pie y recitamos:
“Bendito eres Tú, Adonay, Dios nuestro, Soberano del mundo, que liberas a
los cautivos”.
Cada mañana, en los pasajes de los Salmos que crean el estado de ánimo en
los “Psukei deZimra”, recitamos el Salmo 146, que incluye el versículo:
“Quien asegura justicia a los agraviados, alimenta a los hambrientos, Dios
libera a los prisioneros”.
¿Cómo nos sentiremos todos en la noche del Seder, que está a la vuelta de
la esquina, cuando leamos el pasaje de la Hagadá que sigue a Halel?
״El Señor no se adormece ni duerme. Dios despierta a los que duermen y
despierta a los que dormitan; hace hablar a los mudos, libera a los cautivos,
sostiene a los caídos y ayuda a mantenerse erguidos a los encorvados bajo
las cargas. Sólo a Ti te damos gracias”.
¿Cómo darán voz las familias de los rehenes a esas palabras si sus seres
queridos no están sentados junto a ellos alrededor de la mesa del Seder?
Hay momentos en que nuestra imaginación nos falla. En un momento como
éste, no nos queda más que gritar al cielo: “¡Tú, Dios, suelta a los cautivos!”.
Desde hace seis meses, los caídos, los agobiados y los cautivos han estado
esperando la salvación… ¿del Santo Bendito sea? ¿De nuestros gobernantes
humanos? ¿De dónde vendrá la ayuda?
