“…Y ocurrió que en el año 40, en el undécimo mes, en el día uno del mes, que habló Moshe a los hijos de Israel…”
Nos explica el rabino Edery en su introducción al quinto libro de la Torá, el último, que a Sefer Dvarim también se le conoce como Mishne Torá: repetición de la Torá (17:18).
Menciona asímismo lo interesante de los comentarios de Ramban sobre el sentido de la creación del Deuteronomio, además de otros exégetas.
Se nos enseña que hay varias mitzvot que no han sido hasta ahora mencionadas en la Torá, como el casamiento con la viuda de un hermano, el divorcio de una esposa o el castigo a testigos conspiradores. Ramban nos aclara que todas las mitzvot, incluidas éstas, ya fueron instruidas a Moshe durante el primer año de travesía, y las razones que propone Ramban para ello son que quizá algunas mitzvot sólo eran de obligado cumplimiento en la Tierra Prometida; o que tal vez deseaba enseñarlas directamente a aquella generación que heredaría la misma.
De cualquier modo, es por ello que en este tomo no leemos “Habla a los Hijos de Israel y enseña esta mitzva…” pues ya habían sido todos declarados años atrás.
Ramban también destaca la importancia del recordatorio que hace Moshe sobre el peligro de que el Pueblo sea desobediente de nuevo, no cumpla los mandamientos y se desvíe por el camino de la degradación. Al mismo tiempo, reafirma el deseo de Ad’ de tratar a sus Hijos piadosamente, muy consciente de que no hay en la Tierra alguien que no cometa errores.
Por último, menciona una frase Ramban, de las escrituras, que por su “aparente contradicción” merece considerarse: “Por ser Él el Perdón, que debemos temerLe”.
Que ese temor se convierta en admiración con el deseo sincero de cada uno de nosotros de tener la tenacidad necesaria para seguir haciendo Honor a nuestro Pacto con Ad’.
Un abrazo a todos
Jana
Shlijat Tzibur
