Parashat Shelaj Leja: que no te devore la tierra

Sabemos que a la hora de estudiar la Tora, debemos tener en claro que no es un libro de historia, sino que es un libro de enseñanzas para el día a día para la vida de cada persona.
Por eso, cuando estudiamos la Parasha de la semana, tenemos que saber que tiene algo para decirme a mí hoy en mi vida. Se trata entonces de dilucidar cuál es el mensaje que debemos develar.

Parashat Shelaj Leja nos cuenta que, próximo a la conquista de la tierra Israel, Moshe envía doce espías, los príncipes de cada tribu, con instrucciones claras: vean si la tierra es fértil, fíjense quiénes son sus habitantes, si son fuertes o débiles, observen si las ciudades son amuralladas.
Después de cuarenta días, diez de ellos vuelven con un mensaje desalentador. El pueblo escucha el mensaje y cae en la desesperación pidiendo volver a Egipto.

Pero, qué fue lo terrible que dijeron los espías?
Efectivamente es una tierra fértil, pero la gente que vive ahí es gente fuerte, son gigantes, las ciudades son como fortalezas. Y finalmente, es una tierra que devora a sus habitantes.
Cuando el pueblo escucha el mensaje llora y Ds les dice: ustedes lloraron sin ninguna razón, ahora yo les voy a dar el sentido para llorar. Por lo que Ds castiga al Pueblo por esta falta de fe.

La pregunta que podemos hacer es, cómo puede ser que estos líderes que van a la tierra de Israel no confían en la fuerza de Ds, más allá de que sean gigantes y gente fuerte, acaso Ds no va a poder sobreponerse a ellos?
La Jasidut nos dice que el foco lo encontramos en el versículo que dice “es una tierra que devora a sus habitantes”.
Tierra viene a representar el materialismo. Tierra viene a representar las preocupaciones diarias de la persona: el trabajo, el estudio, la familia, las cosas cotidianas.
Los espías sabían que durante la travesía en el desierto tenían todas las necesidades cubiertas, entrar a la tierra significaba tener que resignar a lo espiritual, y ellos no querían esto porque pensaban que el objetivo de lo espiritual es quedarse en lo espiritual.
Pero Ds no acepto este pensamiento y les dijo: el objetivo de lo espiritual es justamente tomar eso y plasmarlo en lo material, llevar la espiritualidad a lo cotidiano del día a día, al trabajo, al estudio y a la familia.

Por eso, cuando una persona se siente que está ahogado, devorado por la tierra, tiene que encontrar diariamente un momento para esa espiritualidad, un momento para el estudio de la Torá, un momento para cumplir las Mitzvot. Un momento para elevar su alma antes de que la tierra se lo devore.

Con cariño y afecto.
Shabat Shalom.
Rab Fernando Lapiduz.
Congregación Masorti Bet-El, Madrid.