Parashat Tazria: ventana al alma

En esta semana leemos de la Tora Parashat Tazria, una porción que comienza a tratar las leyes de pureza e impureza: cómo una persona se torna impura en determinadas ocasiones. Por supuesto que en todo momento la Torá se refiere a un tipo de impureza espiritual o ritual, mas nunca de índole material.

Una de las mas famosas es la impureza causada por hablar mal del prójimo. Y esta impureza justamente surge como una consecuencia de un estado espiritual que se manifiesta físicamente en el cuerpo de la persona. Nace en la faceta espiritual y se manifiesta en el cuerpo del afectado y en casos extremos, en las prendas de vestir y las paredes de su casa.
Pues bien, explican nuestros sabios que en la porción de la semana pasada nosotros tratamos las leyes los animales puros e impuros, aquellos que podíamos comer o deberíamos abstenernos de alimentarnos de ellos. En nuestra Parashá, pasamos a la pureza e impureza del ser humano.

Y nuestros sabios nos dicen que conforme sucedió en la Creación del mundo, en que Ds primero creó a los animales y después al Ser Humano, también en este caso mantiene la misma lógica y primero trata de impurezas de los animales y después de la impureza del Ser Humano.

El Rab Israel Salanter, uno de los fundadores del Movimiento del Musar, trae un comentario muy interesante. Que también la Tora nos vino a enseñar que aquello de lo que nos alimentamos, o sea, lo que nos colocamos en nuestra boca, nos puede provocar impureza.

Y en nuestra Parashá nos habla de la impureza que sale de nuestra boca, como consecuencia de hablar mal de nuestro prójimo.
Y respecto a esto el Ser Humano, a veces, comete un error: a veces primero nos cuidamos con lo que entra y después nos cuidamos con lo que sale.

Debemos tener cuidado por velar tanto por lo que entra como con lo que sale de las ventanas de nuestro espíritu, que en definitiva, es también parte fundamental de lo que nos conforma.

Con cariño y afecto.
Shabat Shalom.
Lic. Fernando Lapiduz.
Guía espiritual y Referente Rabínico
Congregación Masorti Bet-El, Madrid.